Todo comienza con la historia de Barbados, colonos ingleses encabezados por el capitán John Powell desembarcaron allí en 1605 y fundaron la aldea de Holetown. Desde entonces el rumbo de la isla cambió. Arribaron los primeros esclavos negros y Barbados se convirtió en el imperio de la caña de azúcar.

La capital posee innumerables vestigios de la influencia británica, entre los que se distingue el Parlamento de arquitectura inglesa y Trafalgar Square, donde se encuentra un monumento en memoria de Nelson almirante inglés que ganó varias batallas. Por doquier se encuentran almacenes artesanales, restaurantes típicos y abundancia de tiendas libres de impuestos.

La influencia de su pasado inglés también se refleja en su deporte nacional: el criket, la locura de Barbados. El equipo que representa a la isla ha sido campeón mundial varias veces. Además, en su costado Caribeño la isla ofrece las típicas playas blancas, mientras que en las costas del Atlántico es un rugir de bravo oleaje que ofrece aventura para los intrépidos del surfing.

Entre las múltiples atracciones que ofrece Barbados se encuentra Atlantis Submarine, submarinos recreativos que permiten descender a más de 50 metros de profundidad y explorar los arrecifes de la isla con su majestuosa flora marina y variedad de peces tropicales. Estos submarinos brindan excursiones de casi dos horas de duración y tienen cupo para 28 pasajeros, que admiran el panorama por ventanillas especiales.

Otra interesante excursión es un viaje en el Jolly Roger, una copia fiel de los barcos piratas que sembraron el terror en el Caribe hace 300 años. Una excursión de cuatro horas y media con una parada de 45 minutos permite disfrutar de la playa y practicar el snorkeling, con equipo facilitado por la casa.

Vía: El Tiempo
Imagen: Orangesmile